El TSK Roces fue capaz de cortar la gran racha de triunfos con las que el Oviedo B llegaba a Covadonga. Los azules no pudieron pasar del empate debido a una gran maniobra individual de Chema, que igualó el tanto inicial de David González y deja en seis los triunfos consecutivos del conjunto de Juan Fidalgo.

El filial oviedista salió con la idea de seguir sumando triunfos y puso desde el comienzo un alto ritmo de balón, con intensidad en sus acciones y combinando con paciencia. En los primeros diez minutos, un centro chut de Jaime Serrano y un remate mordido de David González se estrellaron ambos en los postes de Chus. El Roces utilizó sus armas y se mostró como un equipo combativo, unido y que se dejó la piel en el campo en un partido que puede servir para encontrar un cambio de dinámica en el equipo de Juan Carlos Cortina.

Los gijoneses esperaban con atención algún error de la zaga azul, pero se mostraron con gran seguridad. El que sí erró fue el Roces tras un centro desde la derecha que Chus no despeja con contundencia y David González, con la caña, marcaba el 0-1 a placer.

En la segunda mitad, el Oviedo B buscó la sentencia por la vía rápida pero David González y Colo, de cabeza, no acertaron con la portería rival. A partir de ahí, el Roces cambió el partido e hizo que el juego del Oviedo B se difuminase y ya no fuese tan dañino para la zaga local. El Roces aprovechó al 100% sus llegadas, ya que en el primer disparo entre los tres palos, Chema, tras una gran jugada individual, hizo el empate. Un gol muy luchado.

El duelo cobró una mayor emoción a medida que transcurrían los minutos aunque ninguno de los dos equipos estaba dispuesta a ofrecer ninguna concesión. La última ocasión con cierta peligro fue para David Ibarra, que cerró una jugada colectiva con un disparo que se fue cerca de la portería de Chus. El TSK Roces frenó a un Oviedo B que fue de más a menos.