El Llagostera no estaría en estos momentos tan abajo en la clasificación si hubiera cumplido un mejor papel en los partidos que ha disputado lejos de su campo. Los catalanes tienen grandes problemas cuando juegan lejos de Palamós. En lo que va de temporada no han logrado ganar ni un solo partido a domicilio. Tres empates y dieciséis derrotas les convierten con bastante diferencia en el peor visitante de la Liga.

Y si el Llagostera conserva aún opciones de mantenerse en Segunda es porque la película es totalmente diferente cuando juegan en su campo, que es el del Palamós (el Llagostera comenzó a jugar sus partidos en Palamós cuando ascendió a Segunda para cumplir los requisitos de la Liga de Fútbol Profesional). El equipo catalán ha sumado 30 puntos en los 17 partidos que ha disputado como local esta temporada. Unas cifras magníficas para un equipo que lucha por la permanencia. Los de Oriol Alsina tan solo han perdido cinco partidos en su campo. En Palamós han ganado nueve encuentros y empatado tres.

El Llagostera ha logrado doblegar como local a muchos de los equipos que ahora están luchando por el ascenso. El Alavés cayó con claridad (3-0) en Palamós en la tercera jornada de Liga. El Elche, ahora luchando por entrar en promoción de ascenso, también salió goleado (4-1) ante los catalanes. No le fueron mejor las cosas a históricos como el Valladolid (3-1), el Numancia (2-1) o el Mallorca (3-0).

La trayectoria del Llagostera en Segunda es más que meritoria. Los de Oriol Alsina debutaron la pasada temporada en la Liga de Fútbol Profesional logrando una espectacular novena posición. Toda una gesta para un equipo que representa a una localidad que no alcanza los 9.000 habitantes. Un municipio enclavado entre la capital de su provincia, Gerona, y las localidades turísticas de la Costa Brava.

La actual es la segunda temporada del Llagostera en Segunda. A falta de seis jornadas están a siete puntos de la salvación, colocados en la antepenúltima posición. El equipo dirigido por Oriol Alsina tiene muy complicado lograr la permanencia y sus esperanzas pasan sobre todo por sumar el mayor número posible de puntos como locales. Y es que de los seis encuentros que les quedan cuatro los tienen en su campo. Una salvación que sería otro milagro de este pequeño gran club.