El nombre de David Fernández quedará grabado en la memoria de los oviedistas como el de el héroe del ascenso. El que ya es conocido como "el gol de Cádiz" tiene nombre y apellidos, y no son otros que los del central madrileño.

Era mayo de 2015 y el Oviedo se jugaba su regreso al fútbol profesional ante el Cádiz. Tras un partido de ida de ensueño en el que el ídolo del oviedismo, Diego Cervero, dejaba con vida al conjunto azul, todo quedaba pendiente para la vuelta. El equipo llegaba, jugándoselo todo, a uno de los campos más complicados del panorama nacional, el Ramón de Carranza.

Después de un buen comienzo de partido por parte de los gaditanos, el equipo carbayón se recompone y comienza a mostrar su fútbol. Una vez transcurridos 52 minutos de juego llega el momento decisivo. Néstor Susaeta, otro de los jugadores más veteranos de la plantilla, se dispone a sacar un córner desde la izquierda. El esférico vuela por encima de la defensa gaditana hasta que se encuentra con la cabeza de David Fernández. El central remata ante la mirada impasible de Aulestia, otro ídolo del oviedismo que, en esta ocasión, defendía los colores de los locales. El balón se cuela por la escuadra derecha del guardameta vasco y a partir de ahí el resto es historia.

El Real Oviedo regresaba al fútbol profesional español después de una travesía de doce años fuera del que es su hábitat natural. Más de una década de barro y penurias. La afición, que había sacado a flote el barco cuando peor estaba, se echaba a las calles de la capital asturiana para celebrar el ascenso a Segunda División. El Oviedo cerraba así otro capítulo de su historia y, esta vez, la firma la puso David Fernández.