Cuando se da un partido con tantas alternativas, las conclusiones pueden ser múltiples. Sucede con el 2-2 ante el Numancia. Una consecuencia es que a los azules les costó defender, como se pudo observar en los dos tantos visitantes, tras errores de bulto de la zaga carbayona. Otra lectura es que la pólvora sigue intacta: Toché y sus compañeros asustan cada vez que pisan el área rival. El juego también da pie a diversas interpretaciones. Y además está el aspecto anímico. A ese se agarra Michu, referencia del oviedismo, para mostrar la lectura más positiva de la igualada ante el Numancia. "Recibimos dos bofetones y fuimos capaces de levantarnos", resalta el asturiano. Dejando el debate futbolístico a un lado, el equipo sí mostró ante los sorianos carácter en las situaciones más complicadas.

También Hierro había hecho una lectura similar poco después del choque, resaltando en esta ocasión el papel de la grada como cooperador necesario. Desde ese punto de vista, el empate deja un sabor menos amargo. Es la primera vez en la Liga que el Oviedo logra igualar un marcador adverso. Hasta ahora, en los partidos del equipo azul se había dado la circunstancia de que el primer equipo que marcaba se hacía con la victoria. Con una excepción: la derrota de Getafe. Aquella tarde, el Oviedo se fue al descanso con 0-1 y una pésima segunda mitad le condenó al 2-1 final.

Pero Michu no se detiene en el factor anímico de la remontada. También destaca el trabajo del grupo como uno de los aspectos a alabar de los azules. "Llego al vestuario después del partido y veo que mis compañeros lo han dado todo y ahí te das cuenta de que no se les puede reprochar nada. Tan solo podemos esperar que cambie la suerte. Los resultados van a llegar porque este equipo lo deja todo en el campo", explica el atacante. Esa referencia a la fortuna también salió de la boca de Hierro que el domingo lamentó el acierto de los contrarios ante las concesiones azules. Michu coincide en el análisis: "Es verdad que cometemos algunos errores pero tampoco es normal que los rivales tengan tanto acierto. En Segunda, cuando marcas dos goles tiene que ser una ventaja suficiente para lograr los tres puntos, sea en tu campo o a domicilio. Pero nos quedamos con un escaso botín en el Tartiere".

Michu pasa a analizar otro detalle del choque de suma importancia en Segunda, las acciones de estrategia. "El porcentaje de goles a balón parado en esta categoría es altísimo. Debemos estar más concentrados, sacarle más partido en estas acciones a nuestra favor y restarle peligro al rival", asegura Michu, que aún se encuentra en fase de adaptación a su nueva posición: "El míster me pide que ayude más en la construcción con ese dibujo 4-1-4-1. Puedo jugar en las dos posiciones y el domingo me encontré bien, pero lo que yo quiero es ganar. Firmo no jugar más y que el Oviedo ascienda".

La perspectiva ahora es clara: sumar de tres en tres para acercar al equipo a los puestos de honor de la tabla. "Nosotros tenemos que salir a ganar en todos los campos, pero la forma de jugar puede variar en función del rival. Si ganamos el domingo, habremos hecho 7 de los últimos 9 puntos en juego y todos veremos las cosas de otra forma", asevera el asturiano.

Cerrado el capítulo del Numancia, toca centrarse en el siguiente rival, especial en el caso de Michu. "Sandoval me acogió como un hijo en Vallecas y tengo un gran recuerdo de aquella época. Lo jugué todo, 37 partidos, y fue porque Sandoval apostó por mí. Le debo mucho", señala. "El Rayo tiene un equipazo, es un candidato firme al ascenso. Ha tenido un inicio titubeante pero están en un buen momento y ha sumado 7 de los últimos 9 puntos disputados. Pero el Oviedo jugando en casa siempre es favorito. Tenemos ganas de hacer un partido completo y brindárselo a nuestra afición. Ojalá sea ante el Rayo", corona.