El discurso de Julio Velázquez, entrenador del Alcorcón, tiene muchas similitudes con el de su homólogo en el Oviedo, Fernando Hierro. El técnico alfarero habla de tener calma, de tener solidez defensiva, de ser competitivos al máximo y de equilibrar las emociones en esta categoría porque, dice, "en un día cambia todo y con un partido el quinto pasa a ser décimo quinto".

Velázquez llegó al Alcorcón hace un mes y medio como sustituto de Cosmin Contra, que tras nueve jornadas tenía al equipo en descenso. Hoy llega a Santo Domingo el Oviedo: "Es un rival muy duro y muy exigente, un buen equipo con unos buenos futbolistas. Pero nosotros jugamos en casa", aseguró ayer Velázquez, que añadió que el objetivo de su equipo es "competir, igualar el partido y llevarlo a donde nosotros consideramos que podemos ser más fiables".

Ese lugar no lo definió, pero se intuyó a través de las virtudes que el propio preparador destacó de su equipo: "Sólidos defensivamente y compactos con el balón", señales que parecen validar el pronóstico de Hierro de un partido táctico y con pocas ocasiones de gol. "Tenemos que ser fuertes emocionalmente. El Oviedo tiene virtudes pero también debilidades", señaló el técnico, que advirtió sobre el potencial atacante de los azules: "Son jugadores con diferentes registros, con distinto perfil. Con poco te pueden hacer mucho", agregó.

Velázquez tiene 35 años y, pese a su edad, una notable trayectoria en Segunda División. De hecho, su periplo en la categoría de plaza lo inició con 31 años al frente del Villarreal B. Después ascendió al primer equipo amarillo en Segunda, pero fue destituido tras 21 jornadas. Fichó después por el Murcia, terminando cuarto y disputando el play-off a Primera y recaló posteriormente en el Betis, donde fue despedido tras 14 jornadas. Su última aventura profesional le llevó a Portugal, a Os Belenenses, equipo con el que finalizó noveno en la primera división lusa. Este curso, con el equipo octavo en Portugal, decidió rescindir el contrato con el club luso "de mutuo acuerdo" para, poco después, fichar por el Alcorcón, con el que aún no ha perdido en casa.