Saúl Berjón fue escueto en palabras tras el entrenamiento de hoy en San Gregorio. El Oviedo se ejercitó por segundo día consecutivo en las instalaciones estudiantiles por las inundaciones que dificultan el acceso a El Requexón. Mañana volverán a entrenarse en el mismo campo.

El atacante ovetense reconoció que a estas alturas ya hay poco margen de maniobra y que cada partido es clave en la lucha por meterse en el play-off de ascenso: "Queda el último tirón y todos tenemos muchísimas ganas", señalaba un Berjón que considera al Alcorcón, rival del Oviedo el sábado (18 horas), como un hueso duro de roer: " el Alcorcón es un rival difícil, que nos lo va a poner complicado, y en el equipo solo pensamos en eso, no más allá".

El ovetense se decantó por no mirar el calendario que les queda y pensar jornada a jornada, aunque sí reconoció que les favorece jugar seis partidos en casa de los diez que les quedan: "Siempre es mejor jugar en casa".

El entrenamiento en El Requexón comenzó a las 10.30 horas y se extendió hasta las 12 horas. La principal novedad fue ver por el terreno de juego a Olmes García, trabajando con el fisioterapeuta del club Gabri Díaz. Aarón Ñíguez, por su parte, se ejercitó durante una parte de la sesión y se retiró antes que el resto de sus compañeros.