El Lugo estalló ayer contra los arbitrajes después de haber sufrido el pasado domingo contra el Oviedo su tercera expulsión en los cuatro últimos encuentros. También se quedó en inferioridad ante el Córdoba y el Valladolid. Los jugadores apoyaron el discurso de su entrenador el mismo domingo, caso del centrocampista Antonio Campillo, que fue contundente al criticar la expulsión de Vasyl Kravets: "Otra vez nos vuelven a decir que no hay expulsión y volverá a ser lo de siempre, que no es expulsión, que le quitarán la amarilla, pero claro, ya hemos jugado, perdido el partido y no pasará nada. El fin de semana que viene puede que pase lo mismo y no pasará nada", lamentó.