Barcelona, Europa Press

Los directores de escuela catalanes ya tienen rango de autoridad pública, por lo que gozan de presunción de veracidad en sus informes y de ajuste a la norma en todas sus actuaciones, según el decreto de dirección que aprobó ayer el Gobierno de Cataluña. Los directores ya tienen competencias como jefes de personal, de modo que podrán decidir el número de profesores que necesitan según su proyecto educativo.

El mismo director también tendrá el poder de nombrar y cesar a las personas que ocupen el resto de cargos.