Gijón, J. M. CEINOS

Carmen Veiga Porto, edil del Grupo municipal Socialista del Ayuntamiento de Gijón y anterior gerente de la empresa municipal Teatro Jovellanos, equiparó ayer la destitución de José Luis Cienfuegos con las formas del régimen franquista y a su sucesora al frente del Jovellanos, María Teresa Sánchez, de actuar «como el motorista franquista», en alusión a que durante la dictadura del general Franco las destituciones de cargos oficiales se realizaban remitiendo, a través de un motorista, las cartas de destitución a sus destinatarios.

En una conferencia de prensa que se celebró en el Ayuntamiento, Carmen Veiga comenzó leyendo un párrafo entresacado del discurso de investidura de Carmen Moriyón Entrialgo como alcaldesa de Gijón: «Sólo un Gijón con vida cultural de primera categoría tendrá la consideración de gran ciudad», para afirmar luego que el equipo de gobierno municipal de Foro Asturias «se ha encargado de levantarlo todo» en «una estrategia de empobrecimiento cultural» que, a la postre, señaló la edil del PSOE, «es sectarismo ideológico».

En este sentido, Veiga Porto consideró que la citada estrategia de «empobrecimiento cultural» tiene como objetivo desmontar todos los proyectos de «referencia» puestos en marcha en la ciudad en los últimos años. José Luis Cienfuegos fue nombrado director del Festival de Cine de Gijón en el año 1995, durante el tercer y último mandato del socialista Vicente Álvarez Areces como alcalde de Gijón. Luego, a partir de 1999, la sustituta de Álvarez Areces, la también socialista Paz Fernández Felgueroso (quien ayer también mostró su indignación por la destitución), mantuvo en el puesto a Cienfuegos durante sus tres mandatos como alcaldesa de la ciudad.

Carmen Veiga defendió también la labor del equipo de José Luis Cienfuegos, ahora descabezado, que «con más imaginación que dinero» puso al Festival de Cine de Gijón «entre los mejores de España».

Por ello, la ex gerente del teatro Jovellanos manifestó: «No se puede entender cómo a un equipo que presenta cifras de una eficacia incuestionable se le liquide de la forma en la que lo han hecho. No es por economizar gasto, sino que es sectarismo puramente ideológico». Y dio cifras: «El Festival paso de diez mil a setenta y cinco mil espectadores», durante la etapa de José Luis Cienfuegos, y «de tres salas a diez».

Finalmente, Carmen Veiga Porto volvió a insistir en el «empobrecimiento cultural de Gijón», que «de una ciudad cosmopolita y de progreso que nunca perdió sus referencias culturales, se está convirtiendo en la aldea perdida y solamente falta que levante los adoquines de las calles para que pisemos la hierba con les madreñes», afirmó dirigiéndose al actual concejal delegado de Educación, Cultura, Festejos y Juventud del Ayuntamiento de Gijón, el forista Carlos Rubiera Tuya.

Respecto a la situación personal de José Luis Cienfuegos, Carmen Veiga Porto la resumió con una palabra: «perplejo». E insistió: «no contaba con ello».