Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La sanidad pública asturiana sufrirá a lo largo del mes que viene no una huelga sanitaria, sino dos. Los sindicatos que permanecen encerrados en la sede del Servicio de Salud del Principado (Sespa) anunciaron ayer un programa de paros que comenzará el 16 de octubre, martes, y que no coincidirá en ningún momento con el de médicos, que fue convocado anteayer. Lo que sí coincide es el motivo de ambas movilizaciones: la aplicación, por parte del Gobierno asturiano, de la ampliación de la jornada laboral de los empleados públicos decretada por el Ejecutivo central.

Hoy mismo, a las seis de la tarde, los delegados sindicales de UGT, Comisiones Obreras, SATSE, USAE y Sicepa-Usipa abandonarán el encierro 30 días después de iniciarlo. A continuación, ofrecerán una rueda de prensa en la misma plaza ovetense del Carbayón, en la que expondrán en detalle su estrategia de protesta.

Los encerrados demandan una reducción de 60 horas en la jornada laboral anual del personal sanitario que trabaja a turnos. Argumentan que la propuesta de la Consejería de Sanidad los sitúa en las condiciones más gravosas de todo el territorio nacional en comparación con sus colegas de las restantes comunidades autónomas. Las centrales aducen que con esta petición tratan de evitar un recorte muy relevante en la contratación de personal eventual.

La huelga impulsada por el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) tendrá dos fases. La primera, en el entorno del próximo puente del Pilar, constará de cinco días de paros de media jornada a los que están llamados todos los facultativos de la región de hospitales y centros de salud, incluidos los MIR. Esta primera tanda de paros se desarrollará los días 8, 9, 10, 11 y 15 de octubre. La segunda tanda de movilizaciones está programada para una semana y pico más tarde, y ya consistirá en jornadas de paro de las 24 horas, que se llevarían a cabo los días 24, 25, 26 y 29 de octubre.

Ayer, en su página web, el SIMPA anunció que a los médicos de atención primaria de las zonas rurales «les quitarán la retribución correspondiente a 10 horas de guardia» mensuales (se supone que debido al aumento de la jornada laboral en dos horas y media semanales, de 35 a 37,5 horas).

Entre tanto, fuentes del sindicato CSIF -no representado en la mesa sectorial de sanidad, pero sí en la mesa general- indicaron que los movimientos del Gobierno regional «demuestran claramente que el Sespa quiere que se produzca una huelga en la sanidad» con el fin de obtener ahorro por dos vías: los salarios que no se pagarán y la reducción de actividad quirúrgica.