Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Se cumplieron las previsiones. Los médicos de la sanidad pública asturiana anunciaron ayer ocho días más de huelga para el mes que viene. Los paros tendrán lugar los lunes, miércoles y viernes comprendidos entre el 14 y el 30 de enero, y se suman a los ya desarrollados de forma intermitente desde el pasado 8 de octubre. Los efectos del conflicto están plasmándose en las cifras de forma inequívoca. La página web de la Consejería de Sanidad hizo ayer público que a finales de noviembre ya eran 95.972 los habitantes de la región en lista de espera: 19.868 para operarse, 61.615 para primeras consultas y 14.489 para pruebas diagnósticas. A finales de agosto, estas listas las engrosaban 88.257 pacientes.

«La movilización, muy lejos de estar zanjada, está absolutamente igual que el primer día, si no peor», resumió ayer Antonio Matador, secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), en el marco de la conferencia de prensa en la que la organización médica anunció la prolongación del conflicto originado por la aplicación en la sanidad regional de la ampliación de jornada decretada por el Gobierno central.

Los responsables del sindicato manifestaron su empeño por transmitir a los ciudadanos dos ideas esenciales que contradicen los mensajes que en los últimos días ha difundido el Gobierno asturiano. Por un lado, que los médicos en modo alguno dan por cerrado el conflicto. «La manifestación masiva del pasado martes fue un mandato claro por parte de nuestros compañeros, y en consecuencia el conflicto va a seguir todo el tiempo que la Administración quiera: enero, febrero, marzo...», argumentó Matador.

Segunda réplica al Principado. El SIMPA niega que la Administración haya hecho concesiones: «La Consejería de Sanidad no ha cedido absolutamente nada en los puntos que hemos planteado», razón por la cual «todas las demandas que originaron la movilización están sin resolver». Los dirigentes sindicales admitieron que Sanidad ha flexibilizado la exigencia de recuperación de horas para compensar el descanso posterior a las guardias nocturnas, pero a cambio ha suprimido la libranza de los lunes para los facultativos que hacen guardia los sábados (hasta las ocho de la mañana de los domingos).

Tanto en la citada rueda de prensa como al hacerse eco de los nuevos datos de espera hechos públicos por Sanidad, el SIMPA subrayó que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) «en las últimas semanas está sacando de las listas de espera a los pacientes que rechazan ser intervenidos en hospitales de fuera de la comunidad o en centros privados o concertados».