Oviedo, P. Á. / J. A. O. / J. A. A.

Puede ser el principio del fin de la huelga de médicos; o quizá una simple ilusión que no llegue demasiado lejos. Una conversación «franca y larga», que concluyó bien entrada la noche de anteayer, martes, ha movido al Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) a aplazar el paro de facultativos que tenía previsto desarrollar el lunes, miércoles y viernes de la próxima semana. Como contrapartida, la Consejería de Sanidad se avino a posponer la aprobación del decreto que regula la jornada laboral en el ámbito sanitario, motivo originario del conflicto que sufre la sanidad pública asturiana desde el pasado 8 de octubre.

Tras el acercamiento de posturas constatado por ambas partes, la Administración sanitaria y el sindicato acordaron acometer hoy mismo una negociación que pueda dar una salida a la huelga médica. Y se han dado de plazo una semana, pues está previsto que la citada norma, que iba a ser aprobada ayer por el Consejo de Gobierno del Principado, lo sea finalmente el próximo miércoles.

«Tiene que ser posible un acuerdo. No puede haber perdedores ni ganadores por goleada, ni un pulso para ver quién aguanta más. Asturias y los pacientes no se merecen que la huelga siga. Ya ha estado bien». En estos términos se pronunció en la tarde de ayer Ángel Colmeiro, responsable del área de atención especializada del SIMPA, quien protagonizó la aproximación negociadora en una reunión en la que tuvo como interlocutor a Faustino Blanco, consejero de Sanidad. Éste decidió bajar a la arena personalmente ante la perspectiva de ocho días más de huelga en la segunda quincena de enero (los lunes, miércoles y viernes).

Hasta el momento, el peso de las conversaciones lo había llevado la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Celia Gómez. La tónica general de las anteriores reuniones se resumía en acusaciones recíprocas de falta de flexibilidad y de voluntad negociadora.

«Hemos accedido a retrasar una semana la aprobación del decreto porque merece la pena un buen acuerdo y porque no es bueno cerrar en falso ningún conflicto», explicó Blanco en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de ayer. El propio consejero, semanas atrás, había dado por zanjada la crisis tras firmar con UGT un acuerdo sobre la jornada laboral. Ayer, modificó su discurso hacia un terreno más realista. Según el titular de Sanidad, el acuerdo tiene que lograrse «en el tiempo acotado y bien definido de una semana». Y ha de dar lugar a un texto legal que «va a ser una referencia con toda seguridad». El consejero confía en consensuar con el SIMPA determinadas matizaciones al decreto.

No han trascendido los contenidos concretos de la conversación que anteayer mantuvieron Blanco y Colmeiro. Según diversas fuentes consultadas por LA NUEVA ESPAÑA, se abordaron los asuntos más espinosos (aplicación de la prolongación de la jornada semanal, guardias de los médicos mayores de 55 años, libranza de las mañanas posteriores a las guardias nocturnas...) y se registraron aproximaciones entre las dos partes.

Las propuestas de la Consejería llegaron a ser plasmadas en un papel que Colmeiro analizó en la mañana de ayer con los restantes miembros del consejo ejecutivo del SIMPA, quienes concluyeron que no podían dar un sí rotundo y definitivo en un plazo tan corto. En consecuencia, optaron por solicitar a la Consejería una moratoria que implicaba el aplazamiento de la aprobación del controvertido decreto. Sanidad aceptó la propuesta.

«Creo que hemos podido abrir vías para llegar a un posible acuerdo en los próximos siete días», manifestó Colmeiro, quien añadió que «vamos a apurar las negociaciones todo el tiempo que sea necesario, aunque necesitemos 15 horas diarias». En esta misma línea, el Sindicato Médico difundió un comunicado en el que celebra «la nueva voluntad del Gobierno del Principado de poner fin al conflicto», frente a la precedente situación de enquistamiento.

En la controversia terció ayer UPyD, cuyo único diputado en la Junta General del Principado, Ignacio Prendes, exigió tanto a la Consejería de Sanidad como al SIMPA «que sean responsables y agoten todas las posibilidades hasta acercar posturas por el bien de la sanidad pública».

Entre tanto, Mercedes Fernández, presidenta regional del Partido Popular, reclamó que el consejero de Sanidad comparezca de forma urgente -dentro del mes de enero- en el Parlamento autonómico. Los populares acusan a Faustino Blanco de «falta de cintura política ante un conflicto inacabable».