Joaquín Pixán canta "Tonada de les tres madres", lo hace acompañado de Mario Bernardo (piano), Elena Miró (chelo), Delia Rodríguez (flauta) y el Pravianu (gaita). Observa y escucha el poeta Antonio Gamoneda. Se trata del ensayo para el disco "Tentativa de un cancionero de tonada para el siglo XXI", álbum en el que también tocan los gaiteros Óscar Fernández, Xuacu Amieva y Pablo Carrera y la acordeonista María Álvarez. El poeta Antonio Gamoneda y Joaquín Pixán han elaborado una serie de canciones de tonada, un alto porcentaje de ellas son nuevas, otras revisadas y algunas tal cual se conocen. "Son unas treinta y tantas acabadas. En principio editaremos la mitad", contó el poeta a LA NUEVA ESPAÑA poco antes de visitar el ensayo en la Escuela municipal de Música de Oviedo. Gamoneda añadió que el "criterio para la elección fue un poco más complicado cuando se trataba de piezas que están en el cancionero asturiano y que, con el paso de los años y el paso por los chigres, se han deteriorado en las letras: se fueron reformando, recortando o mezclando unas con otras; pero eso es muy natural. Es el deseo de festejar que lleva a cantar lo que sea, y ocurre que las canciones se transforman, algunas para bien; pero hay otras cuyos resultados son poco celebrables".

El proyecto, no obstante, se centra mucho en otras creaciones con textos de "Lope de Vega, Gil Vicente, Ángel González y de un servidor", precisa Gamoneda, que puntualiza: "de Lope de Vega escogí una letra que es poesía de cancionero". Hay que sumar "los inmensos anónimos medievales". Pero, cuenta el escritor, "también hemos trabajado con las tradicionales porque los cancioneros no son inmóviles, se transforman se amplían, adquieren calidades y entran en un terreno que ya no es la fuente popular exactamente". Es decir; hay un trabajo de restaurar, de arreglar las letras y las melodías. Simplemente se observaba "una melodía a completar que nos interesaba por su calidad. Gamoneda pone un ejemplo muy gráfico: "se mezcla una canción de tipo erótico que termina con San José y la Virgen María, y percibes que ahí pasó algo. A lo mejor, la primera cuarteta venía de una vaqueira y no se sabía como rematarla y aparecieron la Virgen y San José. Eso crea una incoherencia expresiva".

El disco está prácticamente en su fase final. "Aunque Pixán", puntualiza el poeta, tiene un defecto que aplaudo. Y es que si encuentra un giro o un floréu que le gusta, lo mete". Y Pixán amplía detalles musicales como autor: "la instrumentación es de cámara, entendiendo por ello también el binomio gaita y voz. Es cuerda, gaita y voz, pero no se mezclan". De hecho hay varios modelos: tonada con flauta, con chelo, con gaita...

El cantante insiste, no obstante, en que no se trata de "modificar nada, más bien la idea es la creación de canciones nuevas que la gente rescatará en su tiempo para sacar como tonada si es de su interés. Esto es una propuesta". Y Gamoneda sentencia: "Es otro lenguaje musical. Esto que hacemos nosotros se hace en los cancioneros de toda la vida, incorporar cosas".