El Museo de Bellas Artes de Asturias va camino de conseguir el récord anual de visitas gracias a la ampliación, diseñada por el arquitecto Pachi Mangado. Este verano, los responsables del Museo registran una mayor afluencia. A fecha de 31 de julio llevaban 48.599 visitantes, lo que son 3.000 personas más el año pasado por esa misma fecha. Esto hace indicar que, si sigue el ritmo actual, el Museo batirá un nuevo récord de afluencia a final de año. Hasta ahora la cifra máxima registrada fueron los 85.000 visitantes con los que cerraron el año pasado, cuando aún no estaban abiertas todas las fases de la ampliación. Además, y aunque aún no hay estadísticas, también se está notando una mayor afluencia de visitantes extranjeros, especialmente ingleses y franceses.

"Sorprendidos", así salen los visitantes del Museo. El principal motivo es que muy pocos se esperan encontrar obras de artistas de la talla de El Greco, Salvador Dalí, Pablo Picasso o Joaquín Sorolla. Y más porque es gratuito. Por si fuera poco, hay unanimidad de opiniones respecto al diseño y la estructura de la galería. Ambos son impecables, opinan la mayoría de los visitantes consultado por LA NUEVA ESPAÑA.

Los efectos de la ampliación se notan. Cada día hay, al menos, 200 visitantes. Según los datos de 2015, los últimos cerrados, las mejoras en el Museo atrajeron a 31.890 visitantes más.

María Soto, encargada de los programas educativos y de difusión , ha visto de primera mano la relevancia que está adquiriendo el Museo de Bellas Artes tras la ampliación de sus dependencias: "Hace dos años los grupos de visitas guiadas solían ser de 6 o 7 personas, y ahora lo normal es alrededor de 20".

La pinacoteca, que desde la ampliación muestra 782 obras de arte distribuidas en 4.500 metros cuadrados de exposición -aunque cuenta con un patrimonio total de 15.000 piezas- entusiasma a los turistas. Del Museo destacan tanto su luminosidad y espacio como la calidad de las obras. "Nos ha llamado la atención todo, el edificio es precioso", cuentan Andrés Herrero y Reyes Ruiz, dos turistas de Andalucía. En la misma línea, Carlos Antón, ovetense de 18 años, reconoce sentirse gratamente sorprendido. "No lo había visto antes y no me lo esperaba de tanta calidad".

Para Miguel Ángel Rodríguez Arriaga, el Museo Bellas Artes de Asturias no tiene nada que envidiar al resto de galerías nacionales: "Está muy bien y es perfecto todo. Del Thyssen me impresionó mucho el recorrido histórico y con él se puede hacer un paralelismo. No tiene nada que envidiar".

Asimismo, el Bellas Artes sorprende tanto a los que lo recorren por primera vez como a aquellos que entraron hace tiempo y vuelven ahora para ver la evolución. Éste es el caso del gijonés Alejandro González: "La ampliación no la conocía, lo había visitado hace 15 años y sorprende gratamente. Le pongo una nota muy alta". A Isabel Soto le ocurre exactamente lo mismo: "Conocía el antiguo y estaba intrigada por verlo por dentro. Me llevo una buena impresión".

Además, Isabel recalca la importancia de que haya artistas reconocidos mundialmente junto con otros de la región: "Presta ver pintores asturianos". Precisamente, el arte asturiano está muy presente en el Museo y a lo largo del recorrido se pueden observar obras de los artistas más relevantes de la región como Evaristo Valle o Piñole. De hecho, una de las obras de referencia que los guías muestran a los turistas "Recogiendo la Manzana" de Piñole.

Facilidades

El Museo Bellas Artes de Asturias cuenta con diferentes iniciativas para mejorar la calidad de las visitas. El hecho de enlazar tres edificios es una peculiaridad que complica el recorrido. Para solucionarlo se ha mejorado la señalización y los textos explicativos a lo largo de la exposición. Además, se han numerado las salas. También se han editado folletos y toda la información está disponible en la web. Por su parte, las redes sociales tienen un rol fundamental en la comunicación con los clientes. Por último, aquellos visitantes que tengan alguna duda tienen un formulario de contacto y servicio de atención al visitante. "Quien usa el Museo es quien lo hace y para ellos trabajamos desde aquí", recalca María Soto.