Pongámonos en situación: Londres, 1579. Dos amigas: la futura condesa Inés Braukings, hija de un almirante que pelea contra la piratería, y la princesa Victoria Dudley, hija bastarda de la reina Isabel de Inglaterra, conocen a un capitán pirata español que dice ser un amigo de la reina (Miguel Saavedra, cervantino nombre, pardiez, tan astuto como gélido) y le obligan a ayudarlas a huir de la ciudad. Así lo hace. Durante la larga travesía a bordo del buque pirata El Miguel a Cabo Verde y de vuelta a Bretaña pasarán muchas cosas. Entre ellas, el amor. Pero no estamos ante una novela romántica al uso: va de piratas. De mujeres pirata. Inés y Victoria, con escasos conocimientos de navegación y combate, entrarán junto a su nueva aliada Shatidje -hija de un pirata y una prostituta- en un torbellino imparable de acontecimientos con un único sueño: la libertad. Aventuras a destajo, duelos a muerte cuando se pone el día, amores llenos de quebrantos que tal vez no lleguen a buen puerto, naufragios, intrigas y abordajes, tormentos y amistad insumergible. Y honor: el mejor aliado para no sucumbir a los ataques del horror.

La leyenda de las dos piratas empezó a navegar cuando María Vila era solo una niña: "Es el resultado de que mi padre me recitara La canción del pirata de Espronceda, el resultado de leer durante mi adolescencia a Dumas, a Walter Scott o a Salgari, de ver películas como El temible burlón con Burt Lancaster lanzándose desde un cable a otro navío. Todo ello produjo el boceto original que fue 'Piratas'. Después, veinte años de maduración, de leer otras obras, conocer otros mundos, vivir en el Caribe, navegar, tomar clases de esgrima clásica, enamorarme del Barroco español y documentarme, documentarme, documentarme, han producido La leyenda de las dos piratas. Y el lector que tome la novela entre sus manos podrá encontrar el ideal romántico de la búsqueda de libertad, de la identificación del amor con el honor y la muerte, de los marginados convertidos en héroes". Pero encontrará mucho más: "Porque en mi afán por recrear una época tan fascinante como es el final del Renacimiento y el comienzo del Barroco también hay realidad, realidad desnuda y cruel, sin tapujos ni pomadas; realidad en el ambiente y en los personajes, que están muy lejos de los 'tipos' románticos. Y es que yo he crecido, me he convertido en adulta, junto a mis personajes, que han madurado conmigo, y tantos años de conocernos les ha dado la profundidad que ahora tienen. Ellos me han acompañado durante veinte años, sugiriéndome escenas y diálogos, haciéndome reír con sus sugerencias? hasta el día en que finalmente confirmé que 'Piratas' ya no era 'Piratas' sino 'La leyenda de las dos piratas' y que mi novela estaba lista para la imprenta".

Ahora su texto ya pertenece a los lectores, los que le den "de nuevo vida" cuando lo lean, "y ya no serán los mismos que yo soñé" porque les otorgarán "miles de matices diferentes". La aspiración de su novela es hacer viajar a aquella época a los que embarquen en sus páginas, "a aquellos mares, acompañados por sus personajes". Y espera que arranquen sonrisas y emocionen, "porque su lucha, la lucha por la libertad, por la supervivencia y por encontrar su lugar en el mundo, es la lucha de todos, desde el albor de los tiempos".