La impresionante trayectoria de Sergio deja algunos números llamativos. Por ejemplo, algo raro en un centrocampista defensivo de su eficacia, es que está a un partido de alcanzar la centena y nunca ha sido expulsado. Sergio ha ganado jerarquía y lo ha hecho a base de fútbol y de un generoso esfuerzo. Es un futbolista de esos que aparecen siempre allí donde se deciden las jugadas. Tanto en defensa como en ataque, su aportación es importante y es habitual verlo pisando los dos áreas.

Entre las asignaturas pendientes está la de su estreno goleador en Primera. Ha hecho cinco tantos en el primer equipo, todos ellos en Segunda División. Su capacidad física es otra de sus grandes virtudes. Sergio ha sido titular en 91 ocasiones y ha disputado el partido completo en 71 de ellas. Es la proyección del entrenador en el césped, un futbolista que sabe interpretar tácticamente el partido a la perfección.

El tándem que forma junto a Nacho Cases, su pareja de baile favorita, en el centro del campo ha dado suculentos réditos al Sporting. La polivalencia de ambos permite a Abelardo cambiar de sistema sin necesidad de mover el banquillo.

Estos días es fácil ver a Sergio en Mareo, con el brazo en cabestrillo y con ganas de empezar a entrenar en las bicicletas estáticas. Ya piensa en volver.