"Tengo ganas de empezar a funcionar, pero eso lo marca el mercado. Lo que tengo claro es que voy a seguir en el sector". García Amado espera ofertas tras el amago del Elche, el único puesto que ha negociado desde su salida del Sporting. "En la Liga hay grandísimos profesionales, nunca hubo la posibilidad de incorporarme", puntualiza cerrando un capítulo al que siempre se le vinculó, pero en el que nunca tuvo una salida profesional real. Cuando se le pregunta, confiesa que no ha vuelto a ir a El Molinón y que "no lo haré a corto plazo". Los motivos son sentimentales: "Me duele. La realidad es que me encantaría seguir ahí y conseguir sanear la entidad, que es lo que se va a hacer". Y concluye con un deseo de éxito para el Sporting: "Al equipo le deseo lo mejor del mundo, el Sporting es el equipo de mi alma. Ojalá que se mantenga en Primera División, porque eso además supondría su saneamiento económico".

Durante años se dijo que José Fernández era el máximo accionista, pero que el club era de Alfredo García Amado. Una frase que iba mucho más allá de señalar el supuesto poder del director general en el club, también desvelaba la lealtad que los trabajadores que ocupaban puestos clave en la estructura del club tenían hacia él. Aquellos que estaban en lo que se dio en llamar su círculo de confianza. Tanto fue así, que muchos temieron por su futuro en la entidad cuando al director general se le abrió la puerta de salida. Hubo que engrasar a fondo la nueva relación con Javier Fernández. Yo no tenía el poder en el club que mucha gente me quería otorgar. Yo no era el factótum, no hacía lo que me daba la gana", desmiente García Amado de forma contundente. En cambio casi parece orgulloso cuando se le cuestiona por la lealtad que le guardaba el personal del club: "Es normal que la gente me tuviera lealtad porque las penurias que pasamos te unen. Soy una persona cercana a la que le gusta trabajar en grupo. La gente del club es profesional y leal".

Alfredo García Amado no comparece únicamente para defender su gestión. También quiere ensalzar la labor del expresidente Manuel Vega-Arango, aunque ambas van muy unidas. "Manuel Vega-Arango es el mejor presidente que ha tenido y que podrá tener el Sporting en su historia. Se le reconocerá cuando falte, como sucede siempre en la vida. Entonces se le harán homenajes", lamenta.

En el discurso de García Amado, también cabe la autocrítica: "Es evidente que se cometieron errores, pero siempre quisimos hacer lo mejor para la entidad".

La última loa es para Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol profesional y amigo personal, al que ve capaz de "sanear el fútbol el sólo".