"No dije que dimitía, que quede claro". José María Suárez Braña matizó ayer su reacción durante la asamblea celebrada por la Federación de Peñas Sportinguistas, en la que comunicó a los participantes que dejaba su cargo como presidente, visiblemente molesto por las críticas hacia su labor que comenzó a recibir por parte de los presentes. El gijonés dio marcha atrás, horas después, y aseguró que seguía al frente de este colectivo, al menos, hasta las próximas elecciones, que se convocarán de manera inminente. "Voy a madurar la situación y no descarto presentarme a la reelección. No soy hombre de dimisiones", aseguró, a última hora de la tarde. "Quiero terminar mi mandato", añadió, lamentando las dudas que se han sembrado en torno a su continuidad al frente de este colectivo.

"Lo dejo", anunció Suárez Braña en plena asamblea, tal y como aseguran varios de los que tomaron parte en la reunión. Lo dijo después de que peñas como Puerto de Vega, Casa Kilo y Villa de Nava, entre otras, le mostraran la conveniencia de que cediera la presidencia, al no estar de acuerdo con algunas de sus posturas durante los últimos meses. "Sólo fueron ocho las peñas de las que recibí críticas, entre las 33 que estaban presentes. Igual iban a seguir la misma línea, pero el resto no se pronunció", quiso aclarar, después, Suárez Braña, que entiende ahora que no existen motivos ni representación suficiente como para que se precipite el cambio al frente de la Federación de Peñas Sportinguistas. Un cambio que su vicepresidente, Jorge Guerrero, también había anunciado a la conclusión de la asamblea. Lo hizo a través de un mensaje en el que comunicaba que él asumía el puesto vacante. "Desempeñaré el cargo de presidente de la Federación, haciéndolo lo mejor que sé, con dedicación, esfuerzo y constancia para hacer un sportinguismo y un Sporting más fuerte y unido", explicó Guerrero.

José María Suárez Braña tiene previsto realizar mañana una aclaración pública al respecto. Mañana también se reunirá la comisión electoral de la Federación de Peñas Sportinguismo, para marcar el proceso en el que llamarán a las urnas "a las 93 peñas que, actualmente, tienen derecho a voto", tal y como detalló ayer el propio Suárez Braña. Los pasos previos serán la presentación de avales por parte de las candidaturas, al que seguirá un periodo de campaña, por lo que se estima que la votación se realizará en un plazo de un mes.

La presencia de Suárez Braña al frente de este colectivo se extiende, de manera ininterrumpida, desde 1997. En principio, se planteaba ceder el testigo a Jorge Guerrero, su vicepresidente, cuya intención era ser refrendado en la presidencia en las próximas elecciones. Muchos peñistas también están a favor de que sea él quien lidere el cambio. Un relevo que no da por hecho, todavía, el propio Braña.