Como desde Almería estaba más cerca Sevilla que Gijón, José Vindel no lo dudó, se echó a la carretera junto a su hijo Álvaro de cuatro años, y con sus camisetas rojiblancas se dirigieron al Benito Villamarín. Como era difícil acudir a El Molinón para ver el Sporting-Villarreal, optaron por apoyar a su otro equipo en la tarde del domingo: el Betis ante el Getafe. "No podíamos caminar apenas diez metros, porque la gente de Sevilla no hacían más que pararme por la calle por ir con la camiseta del Sporting", recuerda Vindel.

La historia tuvo final feliz, con la victoria del Betis, y la permanencia de su Sporting. "Fue impresionante el ambiente en el Benito Villamarín. Como gijonés y aficionado del Sporting de toda la vida, no era consciente de cómo la gente del Betis nos apoya", señala este asturiano afincado desde hace ocho años en Almería. "En el campo cada cinco minutos había algún gesto de cariño al Sporting", indica antes recordar, aún con emoción, como vivió los momentos de los tantos en el campo sevillano, y los que llegaban por la radio desde El Molinón: "Cuando se corrió la voz del gol del Sporting parecía que había marcado el Betis. Me venían todos los aficionados del Villamarín con abrazos y a sacarse fotos".

El apoyo al Sporting fue constante por parte de la afición bética, hermanada con la rojiblanca, durante todo el partido. Cánticos de "Sporting, Sporting", abucheos cada vez que tenía el balón del Getafe, y algún grito de "A segunda" a los aficionados madrileños. "Fue un día único. Nunca lo olvidaré", resalta.

Pero aunque la tarde finalizó muy bien, el inicio no fue el esperado. Como pensaba que habría entradas suficientes, se desplazó a Sevilla sin haber comprado previamente. Y al llegar se dio cuenta que no las vendían en el estadio. Pero encontraron la solución. "Entramos en un bar, porque el chiquillo estaba cansando y sacando fotos con gente del Betis les dije que no tenía entrada, que venía del Almería, y empezaron a sacar abonos y fueron ellos mismos los que nos colaron en el campo", destaca Vindel.