La ausencia de Messi provoca que los aficionados del Barcelona tengan que repartir sus muestras de cariño. No faltan las que van destinados a Iniesta, ya que su gol a Holanda en la final del Mundial de Sudáfrica aún perdura en la memoria de todos los españoles aficionados al fútbol. El gol también tiene su reclamo, y por eso ayer, tanto en el recibimiento en el Aeropuerto de Asturias como en el Hotel La Llorea, fueron aclamados a la llegada del Barcelona Luis Suárez o Neymar. También tiene tirón mediático Piqué. Pero ayer, el que se llevó todos los halagos fue Luis Enrique, que hizo de profeta en su tierra. Con gesto serio, y frío, pero con alguna muestra afectiva, el técnico azulgrana pasó ante los aficionados que recibieron ayer al Barça en Asturias.

Poco después de las 21.00 horas tomó tierra el avión del Barcelona en Ranón, y a eso de las 21.20 horas aparecían los jugadores ante el público que les esperaba. Y tras media hora de viaje por carretera llegaron a su alojamiento en Gijón, en el Hotel La Llorea, a unos 10 kilómetros del estadio de El Molinón, donde jugarán mañana su partido. El paso del conjunto azulgrana por la región será de apenas 24 horas, ya que tras el partido pondrán rumbo por carretera a Ranón para desplazarse de nuevo en avión hasta Catalunya. A diferencia de hace un año, esta vez el Barcelona sí hizo noche en Gijón antes del partido.