El nuevo Sporting atraviesa su peor momento. Cinco derrotas consecutivas han hecho caer al equipo de la zona noble a los puestos de descenso. Los rojiblancos son además el segundo equipo más goleado de la categoría junto al Betis (18) y por detrás del Granada (23), su próximo rival y colista de la categoría. El Sporting entra en puesto de descenso por la diferencia de goles, pero con los mismos puntos (7) que el Espanyol, equipo que marca la permanencia esta semana. Lo más llamativo es que los de Abelardo tienen los mismos puntos en la octava jornada que tenían en la tercera.

Cinco derrotas consecutivas son un lastre pesado para cualquier equipo. Y el Sporting jugará el próximo sábado su primera final en Los Cármenes, un escenario en el que no puede fallar. Los malos resultados han sembrado la preocupación en el sportinguismo que además no detecta síntomas de reacción en su equipo. Lo más alarmante son las señales que emite el Sporting, un equipo al que le ha abandonado el fútbol mientras su centrocampista más creativo se marchita en la banda. Los rojiblancos tampoco crean ocasiones y son el equipo con menos remates a portería de la categoría. Para completar el puzzle, al Sporting (y esto es lo raro en un equipo de Abelardo) es fácil meterle gol. Las acciones de estrategia se han convertido en un lastre y los rivales necesitan muy poca producción futbolista para batir a los rojiblancos.

El Sporting ya vivió un bache similar la temporada pasada, cuando perdió cinco partidos consecutivas entre el 12 de diciembre y el 22 de enero. En realidad fueron seis, porque el choque contra el Barcelona de la jornada 16 se aplazó por el Mundialito y también se perdió. El Sporting perdió ante Sevilla (2-0), Barcelona (1-3), Éibar (2-0), Getafe (1-2), Villarreal (2-0) y Real Madrid (5-1). La mala racha se rompió con una goleada (5-1) a la Real Sociedad. La buena noticia es que el Sporting se salvó.