Si se cumple la máxima de "se juega como se entrena", popular entre la gente del fútbol, el Sporting saldrá esta tarde a morder. "Esa intensidad vamos a utilizarla mañana (por hoy)", gritó Paco Herrera tras tener que detener la ayer la sesión. Fue tan sólo unos segundos, pero sirvió para atajar un ambiente que empezaba a caldearse después de una dura entrada de Quintero sobre Scepovic. El serbio no se calló y reprendió al colombiano. La calma se recuperó tras pasar por vestuarios.

"Ya se han dado la mano. A veces estas cosas son buenas", comentó Paco Herrera, que se encargó de dejar en anécdota lo sucedido entre Quintero y Scepovic. Todo había comenzado después de que el entrenador del Sporting dividiera a la plantilla en dos equipos para realizar un pequeño partidillo en una de las mitades del campo número 1 de Mareo. Las reducidas dimensiones y la ascendente velocidad de la circulación propició que los roces se intensificaran. Scepovic hiló una bonita combinación con Moi Gómez. El siempre aguerrido Quintero fue rápido a cortar y el resto de la jugada, con el colombiano y el serbio por los suelos, ya es fácil de imaginar. Otro de los puntos de interés de la sesión fue ver a Michael Santos completar la sesión. El uruguayo, baja el pasado jueves por un proceso gripal, se ejercitó al mismo ritmo que sus compañeros aunque con aparente gesto de fatiga.