Un centenar de sportinguistas aguantaron el chaparrón en Reus. El meterológico y el de la derrota de un conjunto rojiblanco que mostró una de sus peores caras ante el conjunto catalán. A la rabia de empatar se sumó la de no aprovechar la oportunidad de reconquistar, al menos por un día, el liderato en Segunda División. El primer puesto tendrá que esperar.

Tres peñas sportinguistas se dejaron notar en el Camp Nou Municipal de Reus ya no desde el inicio del partido, también durante el calentamiento. A la peña X2 de Gijón se unieron otras dos con sede en Cataluña: Barcelona y Quini. Ellos y los que asumieron el desplazamiento de manera particular dieron calor rojiblanca a una noche de lluvia y frío.

El amor a los colores se resume en casos como el protagonizado por Alejandro Verdín en Reus. Este joven gijonés reside en Madrid, donde trabaja, y se sacó un billete de Ave a Barcelona para estar presente en la visita del conjunto rojiblanco al cuadro catalán. Lo hizo, además, bien acompañado. Los hermanos Pepo y Esteve Roca, seguidores del conunto rojinegro y amigos del asturiano, ejercieron de anfitriones. Y es que la distancia no es un problema para Verdín, que es abonado a pesar de que no puede acudir a muchos de los partidos disputados en El Molinón.

Desde Tarragona llegó Gonzalo Alonso, un avilesino que ahoga las penas de ver la mala situacón en Tercera de su Avilés con el buen camino iniciado por el Sporting, hasta ayer. En Reus se unió otro amigo, Alfonso Alvera, también avilesino pero residente en Barcelona. Él ha sido el encargado de contagiarle la pasión sportinguista a la italiana Anaïs Picoco, que fue una más empujando a los gijoneses ante el cuadro dirigido por el exrojiblanco López Garai.

Luanco también contó con representación en Reus. Los hermanos Lucas y Juan Ojanguren se apuntaron al desplazamiento para seguir de cerca al Sporting, desafiando la intensa lluvia caída antes y durante el encuentro en el Camp Nou municipal.