"Para el plantel fue un golpe duro. No pensábamos que lo iban a destituir". Michael Santos asegura que vivió con cierta sorpresa la marcha de Paco Herrera del Sporting. El uruguayo reconoce que ha sido un momento "amargo", pero confía en que la llegada de Baraja dé otro aire al equipo. "Viene un nuevo míster y hay que adaptarse a lo que proponga. Paco iba dándonos cierto margen por su experiencia. El nuevo nos presiona mucho más. Quiere que sepamos que estamos en un club que tiene que estar arriba", subraya el charrúa.

"Han sido tres días intensos", dice Santos sobre las sesiones que ha dirigido el Pipo. "Me está probando de delantero y de extremo. Él decidirá. Está formando un 4-4-2. Con dos delanteros creo que no habrá problema", añade con aparente satisfacción. El uruguayo, premio "Jugador cinco estrellas" del mes de noviembre, que entrega la firma cervecera Mahou, asume con normalidad que el sportinguismo esté enfado con el equipo. "El jugador de fútbol se tiene que acostumbrar a la presión. No todo es que te aplaudan. Te pueden silbar. Para mí es un plus que me aprieten. Me da más fuerza", concluye.