El hombre que en la noche de anteayer, sábado, se atrincheró durante tres horas en casa de su expareja en Cangas (Pontevedra), terminó pegándose un tiro en el hombro, que finalmente le causó la muerte en la madrugada de ayer en el Hospital Álvaro Cunqueiro.

Fue su expareja quien alertó a la Guardia Civil a las diez menos veinte de la noche. Su excompañero había forzado la puerta, se había encerrado en casa con una escopeta y amenazaba con quitarse la vida. Durante el incidente también disparó contra la primera patrulla que se personó en el lugar.

Tenía una orden de alejamiento respecto a su pareja, que lo había dejado. El pasado día 24, el hombre entró con un cúter en el coche de su expareja y fue detenido.