Hemos llegado al pueblo de La Peral por medio de la carretera AS-227 que procede del Puente de San Martín. A la altura del km 47 hemos de tomar un ramal que tras cruzar el arroyo del Trabancu, llega a esta aldea vaqueira. La Peral se emplaza en un rellano en la ladera sudeste del Mocoso, a una altitud de 1.356 m y su grupo de viviendas constituye un valioso conjunto etnográfico con techumbres de teito de escoba. Posee una capilla dedicada a San Lorenzo y sobre un saliente llamado el "Cuernu" (1.378 m) se localiza el Mirador del Príncipe, que fue inaugurado por el mismo Rey Felipe VI tras una visita a ese lugar.
Desde el panel informativo del sendero P. R. AS-14, arrancamos con la marcha por la pista hormigonada que se dirige inicialmente en recto hacia el camino real de Villar de Vildas. Después traspasamos las cabañas de La Maurica y más arriba el abrevadero de Bustacón. Más adelante y a la derecha, nos queda el sendero que sube a la collada de La Gata y al pico Moscoso, que también evitamos, para continuar de frente hacia Las Machadas por entre los prados de La Fonfría. Ascendemos por el continuado tobogán que se asoma sobre unos horizontes donde se destaca los picos Cornón y la Penouta. Recuperamos después el rumbo inicial, por los recuestos del valle y recuperada la huella de tierra, la pista nos emplaza en la fuente de Las Machadas (1.650 m) -3, 2 km en una hora de marcha.
Acometemos seguidamente otro nuevo remonte por una zona herbosa hasta ganar un collado donde el camino, amplio y limpio, profundiza en llano a ganar el promontorio de Piedra Furada, con una charca estacional, la fuente Los Borrones y con abrevadero incluidos (1.722 m) -5,2 km en 1 h y 30 min de marcha-. Después proseguimos con la ruta en dirección sur, a la collada de la Enfestiella (1.701 m) -6 km en 2 horas de marcha-, cuya plataforma nos ofrece buenas panorámicas de las montañas del entorno.
Existe un desvío a la izquierda que nos llevaría bajo la ladera de la Peña Canseco a la vega de Porritiechu y la Paredina, sendero que eludimos en la presente ocasión marchando a la derecha hacia el valle de La Prida. El largo descenso discurre inicialmente por la izquierda del arroyo cruzándolo más adelante con un amplio zigzag. Encontraremos un desvío a la derecha que es el camino directo a la Pornacal que nosotros soslayamos, yéndonos en sentido opuesto por un buen camino que tras cruzar el arroyo se dirige a la pista de aproximación a la Braña Viecha o de los Cuartos. Una vez en la pista, variamos el rumbo a la izquierda hasta presentarnos con ligera remontada en dicha braña, que ya asoma sobre el rellano del valle Cerezales (1.405 m) -8,5 en 2 h y 40 min de marcha-. Vemos la primera de sus cabañas con "teito" de escoba, ya restaurada y más adelante se presentan el resto de las seis cuadras, algunas redondas y casi todas con distintas formas de cubierta. Hemos de separarnos ligeramente de la pista, que aquí finaliza recreándonos con la magnificencia del entorno rodeado de las altas montañas de Alto de Fontarente, Los Raxos y Peñas el Nuncio. Tras la visita nos dirigimos a Villar de Vildas desandando la pista hormigonada hasta presentarnos en la braña La Pornacal (1.200 m) -11,7 km en 3 h y 25 min de marcha.
Abandonamos la pista inicialmente y nos desviamos a la izquierda hacia el panel explicativo de la braña. Un paseo entre sus caleyas nos permite admirar este lugar de privilegio, con alto valor etnográfico. Es la mayor de todo el concejo con 33 cabañas, varias con "teito" de escoba distribuidas a ambos lados del cauce del río Pigüeña y unidas por un puente restaurado. Su conjunto está subdividido en cuatro pequeñas brañas: El Cabo, La del Medio, Prida y La del Río, y todas son propiedad de las gentes de Villar de Vildas.
Reiniciamos la marcha en sentido norte recorriendo con pausado caminar el valle del Pigüeña y acortando la distancia que nos separa del pueblo de Villar de Vildas, al que llegamos tras franquear un cierre para el ganado. Aquí damos finalizada esta ruta montañera.
