La calle San Antonio de la Pola viene siendo desde antiguo lugar de paso, comercio y diversión. Hoy, recobra poco a poco su importancia y por ella transitan peregrinos que retoman el viejo camino del norte en dirección a Oviedo y a Santiago de Compostela. La calle conserva todavía algunos edificios y locales que antaño fueron lugares de trabajo y diversión. La Guarni era uno de aquellos. En aquel bajo recubierto de carteles, recortes y fotos de reclutas, Joaquín Palacio ejercía de maestro tapicero, asistido por algunos aprendices. Juacu recibía a diario a los amigos que formaban tertulias en un ambiente distendido y familiar. Durante el trabajo, se hablaba de casi todo, aunque más de fútbol. Y nunca faltaba la cita jocosa sobre alguno de aquellos tertulianos.

Allí, surgieron muchas cosas y, en 1968, renació una fiesta que años antes iniciaron Ramón Suárez y Luis Collada. Juacu Palacio, Pepe el de Salomé, Noste, Juan el Nene, Jesu Martínez, los hermanos Puente, Juan el Suave, Mundo Ordóñez, Tato Peña, Paco el Fontaneru, José el Rata y otros, comenzaron a pedir por las casas y a recordar a los vecinos del barrio la vieja advocación a San Antonio.

Y allí nació también la Sociedad. Por imperativo legal, la calle cedió su nombre al club y se registró en el Gobierno Civil como Sociedad Cultural y Recreativa San Antonio. Pero nunca dejó de llamarse Pepitas. Ya había algunas sociedades entonces, pero aquella era muy distinta.