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Desde la Meseta

Mal cuerpo

Las sensaciones tras los atentados de Bruselas

Otro día más arrugados, con mariposas feas, oscuras, revoloteando por nuestro estómago. Los aconteceres de Bruselas vuelven a ponernos los pelos de punta. Aún no hemos salido nosotros del nivel 4 antiterrorista, cuando en el centro de Europa estallan unas bombas con muertos y heridos, recomendando a la población que no salga de sus casas, que los comercios lógicamente no abran sus puertas, el aeropuerto y el metro permanecen cerrados.

Y así nos preguntamos: ¿Hasta cuándo? ¿Cuánto tiempo nos va a durar este castigo? ¿Con qué clase de gente malvivimos? ¿Por qué no se quedan en sus casas estos hijos de mala madre? ¿Qué han venido a hacer a Europa salvo a hacernos daño, cuando aquí les damos cobijo, comida y trabajo, y a sus hijos estudios y civilización?

Cuando esto escribo, tengo muy presente el aniversario del 11-M de hace unos días, con cerca de 200 muertos y ya no sé cuántos heridos que aún siguen padeciendo tal desastre. Y por eso tengo mal cuerpo, estoy inquieto, nervioso y ese nivel 4 me produce hasta miedo. Hace un momento por la radio, un empleado español en la UE nos decía que los belgas ya vivían tranquilos después de los siniestros de París, que se veía menos vigilancia por las calles belgas, porque la población se iba acostumbrando a la normalidad. Y de pronto "zas", terrorismo al canto a las 8 de madrugada.

Y Bélgica de nuevo en armas y el resto del mundo en tensión, porque el terrorismo nos salpica a todos. ¡Qué Semana Santa, Señor! Y a mí no se me olvida: es año bisiesto.

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