Desde el más profundo y desgarrador dolor que sentimos en estos momentos, no nos encontramos con fuerza ni capacidad para expresar nuestro agradecimiento personalmente a tanta gente que, desde el momento que conocieron la pérdida de Fidel, nos están arropando. Lo hacen tanto con su presencia como con sus llamadas, sus mensajes o sus testimonios. Gracias a toda esa gente que nos apoya con una palabra, un abrazo o un silencio.

Es imposible hacer mención de todos. Vecinos, amigos... esos cientos de amigos de todas partes y amigos de Fidel desde la niñez. Compañeros de trabajo, de todos y cada uno de los empleos que tuvo. Y compañeros de caza, guardas de caza.

Gracias también al personal del tanatorio de Aller porque, además de su profesionalidad, nos han demostrado una excelente calidez humana. Gracias también por tantas atenciones con nuestra familia.

Nuestro agradecimiento para los profesores del colegio Nuestra Señora del Pilar de Pola de Lena. Y tantas y tantas personas que nos seguís haciendo llegar vuestras condolencias por cualquier medio que sea. Gracias por tantas flores, flores que ahora arropan a Fidel.

Sólo os podemos agradecer eternamente todas las muestras de cariño hacia él y hacia nosotros. Familia entera y amigos somos y seremos siempre una piña por él.

Que los gratos recuerdos alivien la profunda pena que todos sentimos.