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Panza arriba

De segunda

Descensos de fútbol, política y país de segunda y el olvido que sufre Asturias en los Presupuestos

Son difíciles de entender las lágrimas de la portada de LA NUEVA ESPAÑA. Lloran los espectadores. Lloran los jugadores. Lloran los directivos. A Segunda. De cabeza. Pero, este es un país de segunda desde hace bastante tiempo. No sólo desde este pasado fin de semana. Ahora simplemente se constata. El fútbol es lo evidente. Con el reparto por comunidades de los Presupuestos del Estado ya se sabe hace tiempo dónde estamos. Un simple diputado de Canarias vale más que todo este gobierno. Ese fue el resultado de las elecciones. Bien por Canarias. Mal por nosotros. Mala suerte. Siempre pensamos: otra vez será. Pero, lo cierto, es que a nosotros nunca nos toca. Son las elecciones. Es lo que hay. Nosotros lo votamos. El PP de aquí es lo que es. El PSOE de aquí quiere ser lo que fue. En este caso, son los problemas adicionales a que nos gobierne un partido más que partido. Partido en pedazos. Un partido que está viendo que sus iguales desaparecen elección tras elección en Europa y aquí se empeñan en seguir sus pasos. También a segunda división. Cuando no directamente a tercera, que debe ser por donde andan a estas alturas en Francia. Y, por lo menos, del PP y del PSOE todavía se puede hablar a nivel estatal. Vete tú a preguntar por IU, por los de Podemos, por aquello que se llamaba Ciudadanos o por los restos del naufragio de aquella cosa llamada Foro.

A nosotros, menos mal que nos queda el Caudal. Unos críos, vestidos con sus colores, lo celebraban este fin de semana en la calle Jerónimo Ibrán. Los críos siempre están celebrando algo. La portería es una vez más la puerta de atrás de la antigua Escuela de Capataces. Al lado de un letrero que recuerda "Prohibido jugar". Con la nueva delimitación de terrazas que acaban de poner a los hosteleros, los críos están encantados. Ahora disponen de más cancha entre La solana y La Fontana de Oro. La delimitación es la de siempre, pera ahora está marcada en el suelo para que los críos puedan disfrutar de más espacio. Ahora cuentan con una pequeña cancha polideportiva entre La Fontana de Oro y La Vinoteca. Y un terreno de juego para grandes eventos entre La Barrika y la del Bierzo. Aunque la segunda más utilizada sea el frontón de 'cagalera' ocasional entre La Vinoteca y El Bacus. De hecho, desde el Ayuntamiento se está pensando en poner más letreros de 'Prohibido jugar' para animar a los críos.

Nos asomamos a la ventana de casa. El amigo que me acompaña viene de fuera, de muy afuera. En primer lugar le sorprende el ruido. El impresionante murmullo que crea todo el mundo hablando a la vez, todos los críos cantando gol al unísono, todos los camareros preguntando a la vez por la consumición. Y esto en una villa de segunda en un país de segunda. Es lo realmente increíble de Mieres. Lo grande de Mieres. Da igual que el gobierno no gobierne o que el Sporting se vaya a hacer compañía por una larga temporada al Real Oviedo, en Mieres siempre hay un momento para tomar una botellina de sidra con los amigos mientras los críos disfrutan de la efímera alegría de la permanencia del Caudal.

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