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Fondo Norte

La primera de una serie de grandes citas

La importancia del resto de partidos en El Molinón dependerá del resultado del de esta tarde

El partido de esta tarde, qué bueno que viniste, tarde, entre el penúltimo y el antepenúltimo de la Liga de las estrellas tiene que ser la primera de una serie de grandes citas que han de vivirse en El Molinón. Los dos rivales, Sporting y Granada, llegan conscientes de que o ganan el partido o tendrán que iniciar los trámites necesarios para militar en Segunda. De ahí que para el Sporting el partido no tiene más secretos que éste: o victoria o descenso. Con la victoria, se han de preparar los siguientes partidos pensando en que la salvación es posible. El Granada de Lucas Alcaraz, el hijo del diputado Felipe Alcaraz, no ha sido capaz de ganar un partido fuera de los Nuevos Cármenes y considera que si no gana en Gijón no lo va a poder hacer en cualquiera de los campos que le quedan por visitar. O sea, que los dos equipos llegan cargados de urgencias, de necesidades y de prisas. Una cita que tiene que abrir una sucesión de grandes partidos en el Anfield del Piles.

Un partido que llega horas después de conocerse el fallecimiento de Garzón, aquel centrocampista que vino a mediados de los setenta al Sporting y que ofreció un aceptable rendimiento. Garzón, un caballero del fútbol, llegó a instancias del entonces entrenador Bernardino Pérez Elizarán, "Pasieguito", que lo había tenido a sus órdenes en el mejor Sabadell de la historia. Garzón se vio limitado porque su compañero de operación, el extremo zurdo y exbarcelonista Pujol, se quedó a las puertas del Sporting porque se descubrió que padecía una grave lesión. Garzón, además, ocupaba la misma zona del campo que Tati Valdés, entonces un poder fáctico en el Sporting. El inolvidable Ricardo Vázquez-Prada sostenía que el fichaje más caro de la historia del Oviedo había sido el mierense Goyín. "Cada año fichaban a un jugador para el puesto de Goyín y terminaba siempre jugando éste", recordaba. Con Tati Valdés pasó algo parecido a lo de su paisano en el Oviedo. La lluvia de centrocampistas que fueron incorporados para mandarlo al banquillo o a la grada fue intensa, pero Valdés siempre terminó jugando. Antes y después del episodio del peluquín. Garzón, Landucci y algún otro fueron fichajes anti-Valdés que no pudieron con el original. Un jugador, por cierto, soñado para partidos como el de esta tarde en el que van a hacer falta futbolistas de pie recio y seguro.

El Molinón ha acogido cada año y en cada categoría partidos grandes. Algunos recientes, por no sintonizar el canal historia o por no rebuscar en el archivo de la casa, pudieron celebrarse contra Eibar, Recreativo de Huelva o Villarreal. Claro que ninguno alcanzó el relieve de aquel del Domingo de Resurrección de 1979 ante el Real Madrid con el liderato de Primera división en juego. Ganó el Real Madrid, que se fue hacia el título por aquel resultado y por la goleada siguiente que sufrió el Sporting en Barcelona. Muy importantes aquellos, muy importante el de hoy.

Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿tiene controlado Esuperio el uso y posible abuso de las tarjetas de crédito que tantos disgustos están provocando en estos días convulsos? Próxima parada, Capuchinos.

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