El club Áncora de patinaje artístico pasa el verano sobre ruedas. Este club ovetense ha organizado en el polideportivo de Fozaneldi (Oviedo) un «campus de tecnificación» que reunió, durante cinco días, a patinadoras procedentes de toda España (concretamente de Cataluña, Castilla la Mancha, Castilla-León, Cantabria y, por supuesto, Asturias) y con edades comprendidas entre los 5 y los 18 años. El objetivo era mejorar su técnica y aprender de un invitado de lujo: Kevin Bordas Li, campeón del mundo junior de patinaje sobre ruedas en 2012. Bordas fue el primer patinador español en ganar una medalla de oro en un campeonato mundial.

El artífice de este campus fue Jesús Padrón, entrenador del Áncora. «Durante el campus, entrenamos de lunes a viernes de nueve a dos. Por las tardes, después de comer, los participantes hacen ballet, aeróbic, batuka o zumba, depende del día y también trabajan la flexibilidad».

«Este es un deporte adictivo», afirma Adriana Moreno, de 18 años, una de las participantes en el campus. Al igual que muchas de sus compañeras, empezó a patinar de niña. Opina que es un deporte muy completo y añade que detrás de todas las piruetas hay un duro trabajo. Lo peor son las caídas, los golpes y lesiones. Pero, pese a todo, disfrutan. «Al final te gusta más el baile que la pura competición», apunta Thais Rosa, llegada de Gerona a Oviedo. Uno de los atractivos del campus fue, sin duda, la presencia de Bordas. La relación de este gerundense con el patinaje nació de niño. Ahora ha llegado a la cumbre y ha desbancado a los más grandes. «Los campeones habituales son italianos, las principales empresas de patines son de allí y les apoyan. Pero se les puede ganar». Y él lo sabe bien.