Luanco carece de dunas y de desierto, sin embargo, durante la tarde de ayer se convirtió en el escenario de «Las mil y una noches», temática de esta edición del Carnaval de verano. Los niños fueron los primeros en subirse a las alfombras voladoras y soñar, por un momento, que estaban siendo protagonistas del cuento de «Alí Babá y los cuarenta ladrones».

Algunos pequeños fueron ataviados con trajes propios de tierras árabes. Pero hubo más variedad. Otros se enfundaron vestidos de hawaiana, de Olivia Newton John en la película «Grease» o de animadoras de «High School». Todo ello para formar parte de los talleres que la asociación de comerciantes, en colaboración con los animadores socioculturales del Ayuntamiento, prepararon para la ocasión.

Los pequeños participaron en talleres de flores aromáticas, de pulseras, de lámparas y cuadros de arena y también se patearon Luanco durante la «gymkhana» infantil. La Torre del Reloj, ubicada en la calle de La Riba, hizo las veces de cuartel general. Allí, las «hawaianas» Alba Guerrero y Paula González defendieron la comodidad de sus trajes para días de verano, mientras Andrea Viña marcó tendencia con su vestido «rocker». Nora García y Lucía Suárez prefirieron ser fieles a la temática del Carnaval y se colocaron sus trajes de reina mora. Celia Rodríguez y Marta Rodríguez fueron «Jasmine», la compañera de «Aladdín» en sus andanzas, y las hermanas Laura y Sofía Cuervo se presentaron en la fiesta como las «Bellas» de «La Bella y la Bestia».

Tras los talleres y la «gymkhana» llegó el momento de relajarse. Los niños se fueron acercando poco a poco a la calle La Riba para llegar al oasis, un espacio decorado como un desierto, donde los pequeños atendieron con los ojos como platos a un cuentacuentos que relató la historia de Alí Babá. Algunos pequeños ya se la sabían. «Había una lámpara mágica y un genio que daba tres deseos», explicó Celia Rodríguez, que se animó a pedir uno: «Entradas para ver a Violetta (personaje de canción infantil interpretado por Martina Stoessel)».

Tras el Carnaval infantil, llegó el turno de los adultos, que llenaron las calles de Luanco con sus disfraces de «Las mil y una noches». Varios negocios hosteleros del casco urbano decidieron también decorar sus locales para dar así ambiente a la capital del Antroxu veraniego. Y entre genios, «Alí Babás», princesas, reyes moros como Sergio de La Puente y «Fanboys» como Lucas Vega discurrió una jornada en la que Luanco fue por unas horas un desierto en el que se tomaba té y había dunas.