"Subirse a un caza es algo que no se hace todos los días", asegura Fernando López. Y él pudo hacerlo ayer en El Naútico; y bajaba entusiasmado. En la víspera del Festival Aéreo junto a la Escalerona quedó instalado medio fuselaje de un F4 Phantom "completamente restaurado con piezas de la época". El avión, que estará disponible hasta el fin del festival, da la posibilidad de conocer la cabina de esta mítica nave de la guerra de Vietnam.

"Que la gente pueda sentir y vivir el avión es lo que buscamos, estamos hartos de verlos por fuera, pero poder sentarte en la cabina y tocar la aeronave es algo único", explica José Ramón Jaimez, socio de la empresa que restauró y exhibe el caza, salvándolo de una destrucción segura. "Lo iban a utilizar como blanco de tiro para maniobras en las Bárdenas Reales", cuenta.

Los encargados de esta atracción se pasan la mañana -seguro que también la de hoy- dando explicaciones de los detalles sobre esta aeronave a los curiosos que se acercan. El luanquín José Luis García asegura que "está muy bien poder subir y ver tan de cerca un avión que tuvo tanto protagonismo en el pasado. Me encantaron la explicaciones que dan, muy completas y fáciles de entender". Por su parte Pablo Uría destaca que "es muy interesante poder subir a la cabina de un avión, tiene muchísimos sistemas y botones". "La verdad que sólo faltaría que cerraran la cabina para sentirte como un auténtico piloto" concluye Uría. La tienda que acompaña al "Phantom" es la única fuente de ingresos que tiene esta empresa para poder seguir restaurando el avión, e iniciar otros proyectos.

Pero ayer el interés no estuvo sólo en tierra. En el cielo de Gijón resonaron las "pasadas" de numerosos aviones que, ayer sí, pudieron ensayar su paso por la bahía de cara a la actuación estelar de hoy. Lo que no pudo hacerse fue la práctica de aterrizaje del helicóptero de la armada en la playa por falta de permisos oficiales. El festival dará comienzo a las 12.00 horas. Las previsiones meteorológicas son buenas y eso garantiza un espectáculo para el que se ha reforzado el transporte público en Gijón y se ha cortado al tráfico de coches y bicicletas la avenida de Rufo Rendueles. El festival contará con 22 aeronaves divididas en 12 números que se sucederán a lo largo de casi 3 horas de ruido y acrobacias.