Zelda Kaplan, una de las seguidoras habituales de los desfiles y fiestas de la alta sociedad neoyorquina, murió a sus 95 años, mientras veía desde primera fila un desfile en la Semana de la Moda de la Gran Manzana. «Morir en la primera fila fue como tenía que ser. Zelda amaba la moda, y por ello murió por la moda. Ella habría querido irse con estilo», declaró el diseñador californiano Richie Rich sobre el fallecimiento en la noche del miércoles de la celebridad neoyorquina.

Kaplan, reconocida por sus extravagantes vestimentas de corte africano, fue fotografiada minutos antes de su muerte con un gran sombrero rojo y negro a juego con su vestido cuando atendía al desfile de la diseñadora Joanna Mastroianni en el Lincoln Center neoyorquino. Pocos minutos después de que desfilasen las primeras modelos por la pasarela, Kaplan sufrió un infarto en su asiento y fue llevada en ambulancia hasta el hospital Roosevelt, donde los médicos no pudieron hacer nada por revivirla.

La famosa anciana, toda una celebridad de la escena artística y de la moda neoyorquina, tampoco se perdía las fiestas de los principales diseñadores que inundan Nueva York durante la Semana de la Moda e incluso era conocida por «ser más "fiestera" que Paris Hilton», según el "Post".

La vida de Kaplan fue incluso sujeto de un documental del canal HBO en 2004 titulado «Su nombre es Zelda», en el que se analizaba la transformación de una típica «ama de casa» de los suburbios hasta convertirse en un verdadero icono de la noche neoyorquina. Fue una de las primeras «fashion victim» del mundo de la moda y no se perdía ningún desfile, algo así como la Carmen Lomana de los Estados Unidos. En el momento de su muerte, Zelda vestía un sencillo traje de color rojo y negro y sus accesorios incondicionales: el sombrero circular inspirado en las tribus africanas y las gafas de sol redondas.

La familia de la cantante Whitney Houston no ha invitado a su ex marido, el rapero Bobby Brown, a sus funerales y le ha pedido que se aleje de la hija que ambos tuvieron porque sospecha que persigue su herencia. La familia celebrará mañana las exequias por la cantante, que murió a los 48 años en un hotel en Los Ángeles el 11 de febrero, con un servicio religioso en la iglesia baptista de New Hope, en Newark (Nueva Jersey), en una ceremonia que será retransmitida en directo por internet. La familia responsabiliza a Brown de haberla introducido en las drogas, así como del deterioro de su carrera profesional «y no le han perdonado los episodios de abusos» que habría cometido contra ella.

Además, otros medios como la web TMZ.com, han apuntado que Brown se está acercando a su hija, Bobbi Kristina, de 18 años, para aprovecharse de la herencia que recibirá, ya que es la única heredera de la millonaria fortuna. Ese mismo portal asegura que el rapero está en la ruina y que «intenta ganarse el afecto de la chica, quien podría recibir una herencia de más de 15,3 millones de euros, una cifra que hasta podría duplicarse a finales de año». Agregan también que cuando el ex esposo de Houston fue a ver a su hija esta semana, la familia se lo impidió y «algunos amigos de la familia ya le han advertido de que es persona non grata en los funerales de Whitney y en la vida de Bobbi Kristina».