La monja católica Dolores Hart paseó su hábito por la gala de la 84.ª edición de los «Oscar», a la que acudió como protagonista del corto documental nominado «God is the bigger Elvis», que no fue premiado. y que cuenta cómo Hart decidió abandonar Hollywood y convertirse en una monja benedictina. Hart pasó a la historia por ser la primera actriz que besó a Elvis en una pantalla, en «Loving you».

Una de las acciones que más llamaron la atención en la alfombra roja fue la de Sacha Baron Cohen, que desafió a la Academia de Hollywood e hizo caso omiso a sus advertencias en contra de asistir a la gala vestido como el dictador que interpreta en su próxima película. El actor acudió acompañado por dos jóvenes llevando una urna que contenía unas falsas cenizas del difunto líder de Corea del Norte. El objetivo de este irreverente actor era «rendir homenaje» a Kim Jong-il y esparció las cenizas por la glamourosa alfombra roja, pero los agentes de seguridad se lo impidieron.