Con una mezcla de orgullo y dolor, Southampton, la ciudad del sur de Inglaterra desde la que partió hace cien años el «Titanic», recordó el inicio del fatídico viaje y al medio millar de sus vecinos que murieron en el naufragio. Una emotiva ceremonia en la que 600 niños portaban pancartas con las fotografías y los nombres de las víctimas, así como la apertura de un nuevo museo sirvieron para conmemorar el inicio de la tragedia. El accidente del barco, que se hundió cinco días después de su partida, marcó de manera especial a esta ciudad. Cien años después, en el mismo lugar, la terminal Ocean del puerto, y a la misma hora que el «Titanic» tenía programada la salida, a mediodía, un minuto de silencio recordó ese momento.