El informe que dos restauradoras pusieron en manos de la Fundación Sancti Spiritus, propietaria de la obra, apuesta por recuperar el ecce homo original y eliminar un repintado, que consideran de «dudoso valor», aunque propone otras dos alternativas para conservar ambas. La obra, localizada en el santuario de la Misericordia de Borja (Zaragoza), sufrió un «desafortunado repinte» por parte de Cecilia, una vecina, explican en el texto las restauradoras; un «repinte mediocre y no restauración» que salió a la luz a mediados de agosto y creó un «maremoto mediático» que lo ensalzó a pesar de que «nunca ha sido una obra original».