La actriz asturiana Paula Echevarría deslumbra allá por donde pisa. Esta vez ocurrió en Vitoria, donde la noche del miércoles se estrenó la serie de televisión «Galerías Velvet», en la que comparte protagonismo con el atractivo Miguel Ángel Silvestre. La serie es una gran historia de amor que no se ceñirá a los planteamientos habituales de la ficción española, comenzando por su ubicación, unos grandes almacenes de moda en la España de los sesenta.

«Aunque al principio parece clásica, no lo es en absoluto, no hay nada similar en la ficción española», explicó en el Festival de Televisión de Vitoria Ramón Campos, productor de la serie, rodeado de un notable reparto: José Sacristán, Aitana Sánchez-Gijón, Manuela Velasco y Manuela Vellés.

La serie fluye en torno a la historia de amor de Ana (Paula Echevarría), una humilde costurera, y Alberto (Silvestre), joven destinado a heredar el imperio de moda que gobierna su padre, pero los avatares del destino hacen que el joven heredero se vea en la obligación de unirse a una joven millonaria.

«Se trata de amor puro, del que se da en edades tempranas o de cuando eres mayor y te relajas», explicó Silvestre sobre una ficción que «tiene mucha luz en unos momentos y en otros te quieres morir» por los «debates morales» que plantean los guiones. Paula Echevarría, además de abundar en lo cuidado de una producción de época, destacó los guiones de la serie y en particular su personaje, los cambios de registro que le ofrece: «Siempre le pasa algo, está arriba de felicidad o de mala leche, y eso te hace estar viva también como actriz».

La película «Diana», en la que la actriz británica Naomi Watts encarna a la princesa de Gales durante sus dos últimos años de vida, cuando mantuvo un romance poco conocido con un cirujano de origen paquistaní, se presentó ayer en la alfombra roja de Londres rodeada de controversia.

El director alemán Oliver Hirschbiegel, que en 2004 narró los últimos días del dictador Adolf Hitler en «El hundimiento», mostró por primera vez al público una cinta basada en la investigación sobre la princesa de Gales que la británica Kate Snell publicó en el libro «Diana: su último amor».

La película ha dado que hablar en los medios británicos después de que Hasnat Khan, el cardiólogo con el que Diana mantuvo un romance poco antes del accidente mortal que sufrió en 1997, afirmara hace unos días, según el tabloide sensacionalista «Daily Mail», que la historia está basada en «chismes y rumores».

Sobre la alfombra roja de la céntrica plaza de Leicester Square, rodeada de curiosos y espectadores en busca de un autógrafo de la actriz nominada al Oscar en 2004 y 2013, Watts admitió que es «difícil predecir la reacción del público» ante este particular retrato de Diana sobre el que la familia real británica no se ha pronunciado.

«Estoy segura de que va a provocar opiniones encendidas, porque la gente la conocía, o creía que la conocía. La recuerdan muy bien», afirmó la británica, que aseguró que cualquier actriz «querría encontrar un personaje como este, tan extraordinario».

El director del filme, que se estrenará en España en diciembre, subrayó por su parte que los detalles sobre la historia de amor entre Diana y Khan surgen de una investigación minuciosa que ha ido más allá de la biografía que Snell editó hace más de una década.