Dos jóvenes franceses que colaboran con un equipo de antropólogos galos, Valentín y Camille Jacquey -de sólo 16 años-, descubrieron un diente humano de 560.000 años en la cueva de Tautavel, cerca de Perpiñán. Se trata de un yacimiento arqueológico cercano a la frontera española donde ya se habían encontrado otros restos miles de años más recientes. "Es de un adulto relativamente maduro para la época. El diente no nos va a permitir ir muy lejos, pero esperamos encontrar muchos más restos de su esqueleto completo", declaró por teléfono a Efe el geo-arqueólogo Christian Perrenoud desde el lugar del hallazgo, donde dirige los grupos de búsqueda. El incisivo frontal inferior, bautizado como Arago 149, es el resto humano número 149 de los encontrados allí. Los dos adolescentes acudían por primera vez y participan como voluntarios en las batidas. "Valentín encontró el diente en la tierra, me lo enseñó y fuimos a buscar a un experto porque parecía un diente humano. Era evidente que era un diente, parece uno como los nuestros, no teníamos dudas", explicó Jacquey.