Las experiencias y emociones que brotan desde el interior y repercuten de forma extrema en el espíritu de cada cual "resultan intraducibles" al cine, como a Josefina Molina se le ocurrió una tarde de enero en un paraje de la Sierra de Gredos, según explicó ayer en el Festival de Cine de Valladolid.

El perfume de la vegetación montaraz, la crestería de Gredos, las primeras estrellas titilando y una Luna brillante estremecieron a la directora de cine y televisión "hasta hacerme llorar", ha revelado durante una mesa redonda que ha versado sobre la figura cinematográfica de Santa Teresa de Jesús. Molina dirigió en 1984 la serie de TVE "Teresa de Jesús", protagonizada por Concha Velasco, un guión que ella misma supervisó junto al catedrático y académico Víctor García de la Concha y la escritora Carmen Martín Gaite. "Hay momentos en que la belleza y el arte nos llevan a esta situación. Es muy difícil trasladar a escena la purísima emoción, resulta intraducible", ha comentado Molina, forjada como directora en parte al lado de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. La Seminci es uno de los festivales de referencia en España tras décadas de existencia (cumple sesenta años) y que ha dado muchas oportunidades al cine español.