La erupción del Vesubio que sepultó Pompeya en el año 79 d. C. podría haber ocurrido dos meses después de lo que marca la tradición literaria, a finales de noviembre y no de agosto, según los últimos estudios sobre la población del pueblo romano. Las dudas sobre la fecha han surgido tras el análisis de los cuerpos encontrados en el yacimiento, según Massimo Osanna, superintendente de Bienes Culturales de Pompeya y Herculano.