Altos responsables del Ministerio de Antigüedades de Egipto están "convencidos al 90 por ciento" de que existe una cámara secreta en la tumba del faraón Tutankamón que podría albergar el último lugar de descanso de la reina Nefertiti, en lo que se trataría del mayor descubrimiento egiptológico de este siglo, y han dado orden de efectuar más escáneres para refrendar su teoría.

El egiptólogo británico Nicholas Reeves, impulsor de la iniciativa, cree de hecho que los restos del faraón, el niño-rey de Egipto que gobernó desde 1336 a 1327 a. C., fueron introducidos en su actual lugar de reposo y Nefertiti, su madrastra, en la cámara secreta.

El Rey Tut, como se le conoce afectuosamente, murió en torno al 1323 antes de nuestra era. Su tumba intacta, con su famosa máscara fúnebre de oro, fue descubierta en 1922 por el egiptólogo británico Howard Carter.

Reeves anunció ayer, acompañado del ministro egipcio de Antigüedades, Mamud al Damaty que las probabilidades de hallar a Nefertiti han aumentado significativamente. "Al principio creíamos que había un 60 por ciento de posibilidades, pero ahora creemos al 90 por ciento que hay algo importante detrás de estos muros", declaró entusiasmado Al Damaty.