El Cuarteto para el Diálogo Nacional en Túnez alertó ayer, al recibir el Nobel de la Paz en Oslo, de que es necesario consolidar el proceso democrático en este país africano porque la transición, aunque "exitosa", afronta muchos retos. "Los éxitos logrados en la transición consensuada aún nos exigen grandes esfuerzos para fortificarlos y consolidarlos. Deben ser un punto de partida para nuevos éxitos. Asumimos que hay muchos retos por delante y qué riesgos significativos nos esperan", afirmó la presidenta de la patronal (UTICA), Wided Bouchamaoui. Bouchamaoui y los líderes de la Liga Tunecina de Derechos Humanos (LTDH), la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) y la Asociación Nacional de Abogados -que fundaron el Cuarteto en el verano de 2013- recogieron un premio que reconoce su esfuerzo para rescatar un país cercano a la guerra civil, según el Comité Nobel. El Cuarteto ha fijado como prioridades globales la lucha contra el terrorismo y ayudar a los palestinos a conseguir la autodeterminación.