La idea de que una mujer se vistiera de Rey Mago se llevó a la práctica en Oviedo en 1987, siendo alcalde Antonio Masip. Tres periodistas radiofónicas, entre ellas la abuela de la reina Letizia, Menchu Álvarez del Valle, que hizo las veces de Melchor, ocuparon las carrozas que desfilaron por las calles de la capital. La idea de Masip y la entonces presidenta de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) y concejala de Turismo, Covadonga Bertrand, provocó una oleada de protestas telefónicas que colapsó el centro regional de TVE coincidiendo con la presencia en pantalla de los tres Reyes Magos y que llegó también a las oficinas de la SOF y del Ayuntamiento. Ni en la cabalgata ni en la recepción en el Ayuntamiento se produjeron incidentes, y los niños no se dieron cuenta del "transformismo real".