Noelia HERMIDA

La mujer que viste Marcos Luengo lleva los pantalones en todas las facetas de su vida. O por lo menos así es como la ve el diseñador asturiano en "Manuela", su colección para el próximo invierno, que presentó ayer en la madrileña plaza de Colón, en el marco de la primera jornada de la Madrid Fashion Show. El negro, los abrigos de doble faz, las transparencias, los cuellos altos y los bolsos bandolera XXL son algunas de las claves de esta propuesta, que Luengo dedica a su padre, recientemente fallecido. "No tenía el nombre claro. Iba a cambiar de registro porque ya le había puesto el nombre de mis hijas y mi mujer a colecciones anteriores. Pero hace quince días falleció mi padre. Se llamaba Manuel y me gustó la idea de ponerle su nombre y seguir con la tradición familiar", relató el diseñador a LA NUEVA ESPAÑA antes del desfile.

El modisto siguió con su línea habitual de subir a la pasarela looks casual, cosmopolitas y ponibles. "Yo no me puedo permitir hacer cosas que no se vendan", afirmó. Tanto en el día como en la noche, el pantalón es el rey, en su versión ancha desde la cadera o trompeta, con una ligera campana. La masculinidad del estilismo se rompe con jerséis ajustados de cuello alto, cazadoras de napa con cremalleras a la vista o tops transparentes ajustados al cuerpo y con bordados con cristales negros. "Hay una referencia a los trajes de las llaniscas en ese acabado", afirmó. El piedra, el magenta y el negro dominan la colección, que se completa con unas notas de beige en abrigos de largo XL de doble faz que se ajustan a la cintura con cinturones de piel o total looks conseguidos con prendas con vuelo, que van adornados con cuellos y muñequeras de pelo al mismo tono. Aunque este material que Luengo siempre explota estuvo mucho menos presente en esta colección, reservado únicamente a los complementos, entre los que destacan esos bolsos tipo bandolera XXL que cuelgan hasta el pecho.

En el día, el punto, la lana cocida y la piel visten siluetas con largo midi o justo a ras de la rodilla, y también alguna falda de silueta globo y largo mini. Los abrigos se encajan en los hombros pero bailan sobre la figura, salvo los trench, que se ajustan a la cintura. La noche se viste de tejidos como el lúrex, blusas de manga japonesa, faldas con volumen y escotes en pico. El broche de la propuesta lo puso una novia, con cola superpuesta, manga larga ajustada, escote en V y aplicaciones en la cadera. Un invierno sencillo, ponible y con una mirada clara al comercio exterior.