Frank Miller, creador de "Ronin" y del Batman más tenebroso ("Dark Knight"), es un hombre polémico a quien nunca le ha importado combinar su mundo de superhéroes con la política, una "fuente de inspiración" que le fascina y a la que no tiene intención de renunciar, aseguró ayer. El historietista y cineasta es, sin duda, la estrella internacional de la 34ª edición del Salón del Cómic de Barcelona -nunca había pisado una convención española- donde sus sesiones de firmas están siendo un lujo al alcance de unos pocos afortunados que han podido acercarse a él, siempre medio oculto tras su sombrero. Miller es, a sus 59 años, un mito que arrastra miles de seguidores.