Andrés Calamaro, uno de esos hombres que no pasa desapercibido, responde a aquellos que le acusan de vivir de tiempos pasados que "sólo los mediocres pueden jactarse de no tener tiempos mejores, ya que nunca los tuvieron" y aclama que éste, el actual, es su "tiempo dorado".

Centrado desde el pasado día 7 en su gira "Licencia para cantar", en la que el público puede disfrutar tanto de sus temas más conocidos en formato acústico como de los que componen su último trabajo, "Romaphonic Sessions", Calamaro sentencia: "No entiendo la obligación de manifestarse criticando todo. Supongo que es una especie de enfermedad de los débiles".

En el mundo de la música, según el cantante, sólo sobrevive "el que persiste con el viento en contra. El que puede fumar bajo el agua" y Calamaro sostiene que "si fuera poeta, podría jurarlo. Soy fuerte".