La asamblea general de la Iglesia de Escocia votó ayer a favor de permitir que sus pastores puedan estar casados en matrimonios homosexuales y seguir ejerciendo dentro de esa institución. La histórica votación, celebrada en Edimburgo, posibilita que los pastores estén casados con personas de su mismo sexo, aunque no se les permite celebrar bodas homosexuales dentro de la Iglesia. El resultado de la votación -con 339 votos a favor frente a 215 en contra- sigue a un año de deliberaciones sobre un asunto que ha generado divisiones dentro de la Iglesia de Escocia. El pasado año, la asamblea dio luz verde a que los pastores homosexuales de esa institución formaran uniones civiles. La Iglesia Nacional Escocesa adopta una postura por la que mantiene un punto de vista tradicional sobre el matrimonio entre hombre y mujer, pero autoriza a las congregaciones individuales a decidir por sí mismas si desean nombrar a un pastor o a un deán homosexual, que se encuentre casado en un matrimonio o unión civil gay. Cualquier otra consideración más amplia del enfoque teológico del matrimonio homosexual no se llevará a cabo hasta que el foro presente un informe.