El presidente de EE UU, Barack Obama, y su familia partieron ayer de viaje para pasar el fin de semana en los parques de Yosemite y de las Cavernas de Carlsbad, con el objeto de conmemorar el centenario de la creación del Servicio de Parques Nacionales. Obama, la primera dama, Michelle, y sus dos hijas, Malia y Sasha, partieron al mediodía hacia Roswell, en el Estado de Nuevo México, donde visitarán el parque de las Cavernas de Carlsbad. Ese parque recibe un promedio de más de 400.000 visitantes por año y tiene alrededor de 120 cuevas, entre ellas una, conocida como The Big Room, que es la quinta más grande de América del Norte y la vigésima octava mayor del mundo. A última hora de ayer, la familia presidencial se desplazó al valle de Yosemite, en California, donde se quedarán hasta mañana, domingo.

El parque de Yosemite, visitado anualmente por unos 3,8 millones de personas, está reconocido a nivel internacional por sus cascadas, bosques de secuoyas gigantes y su diversidad biológica.